Dicen que el perfecto abogado debe tener una mente despejada, un completo conocimiento de la ley y manejar la ‘puesta en escena’ en el ritual que suele ser un juicio. Esto último incluye capacidad de oratoria y carecer de miedo escénico. Quizá por ello, para ser mejores en su trabajo, un grupo de letrados cordobeses llevan ya 10 años representando a los clásicos sobre las tablas.
La colegiada Marina Pérez Caballero, con la ayuda de José Ignacio Ordóñez, ha dirigido ya cinco obras al frente de La Toga Teatro, siempre con gran éxito entre el público asistente.
Ahora, ofrece su último trabajo, la divertida comedia escrita en 1932 por Miguel Mihura, Tres sobreros de copa ,protagonizada por Rafael López Montes y por ella misma, en los papeles principales de Dionisio y Paula.
Más de 15 abogados aparecen en escena con papeles más secundarios pero ‘todos importantes’ según la directora. Entre ellos, el propio decano del Colegio de Abogados, José Luis Garrido, que se reserva un papel de villano cómico en la trama.
La obra cuenta la historia de Dionisio, un joven y modesto maestro que va a casarse con la severa hija de un rico terrateniente y que pasa la noche antes de su boda en un hotel de provincias. Allí coincide con una tropa de artistas ambulantes entre donde se encuentra la bella Paula, una bailarina tierna y vital que le mostrará la alegría de vivir, a pesar de que ella misma se encuentra atrapada en una rutina de chantajes y corrupción, envuelta en hermosa bohemia. Los convencionalismos, el sentido de la vida, las miserias de los ricos y los pobres se dan la mano con un humor absurdo y divertido que se adelantó a su época y que ya ha supuesto las delicias de centenares de asistentes, ya que la obra se estrenó la semana pasada, teniendo prevista su última representación, hasta el momento, el próximo jueves 30.
[smartads]
Los integrantes de La Toga Teatro no descartan volver a representar Tres sombreros de copa en algún otro escenario en breve, pero lo que es seguro es que volverán con más obras de teatro. Rafael López lo resume así: «Todo son ventajas para la profesion. Hacer teatro es un estupendo ejercicio para la memoria y la atención, aprendes a manejar tu cuerpo, a controlar la respiración, a hablar en público y a serenarte ante una situación de estrés, pero sobre todo te ayuda a sentirte vivo, a transmitir algo a los demás, y lo más importante… te ríes un montón con los compañeros».
Visto así, ¿quién no desea que se abra el telón?.