Emprender es un reto importante, en el que se pone mucho en juego, de modo que no se puede descuidar ningún detalle por insignificante que parezca. Por ello, es importante también prestar atención a la hora de amueblar la oficina en la que se va a desarrollar la futura actividad profesional.
¿Cuáles son los aspectos en los que hay que fijarse especialmente llegado ese momento? Los vemos en las siguientes líneas.
¿Con qué presupuesto cuentas?
En primer lugar hay que tener en cuenta cuál va a ser el presupuesto disponible para la decoración de la primera oficina, ya que los comienzos son un momento especialmente complejo en el que hay que tener expectativas realistas, pero también una ambición prudente.
Junto a esto, también es fundamental priorizar cuáles van a ser los muebles que de veras se van a necesitar durante los primeros meses de trabajo. Algunos de ellos, como pueden ser las mesas o sillas de oficinas resultan básicos y serán necesarios en todo caso, pero quizás otros elementos que resulten más decorativos o menos imprescindibles, como por ejemplo un pequeño sofá para la oficina, puedan esperar a ver que el negocio comienza a dar los resultados que se esperaban.
¿Cómo es la iluminación del local?
Una vez que se sabe con qué dinero se cuenta para decorar, el primer aspecto en el que hay que fijarse a la hora de ponerse manos a la obra es la iluminación de la oficina. En caso de contar con luz natural bastante, lo mejor es aprovecharla para crear espacios luminosos en los que poder reunirse y dar charlas.
Si se van a poner mamparas es mejor que sean de vidrio, ya que así podrá entrar la luz natural. Y si no hubiese luz natural suficiente, la mejor opción son unas luces LED grandes, que iluminen tanto como sea posible ahorrando energía a su vez.
La importancia de los pequeños detalles
Una oficina en la que comienza un negocio nuevo debe tener personalidad. Su aspecto tiene que ser capaz de transmitir un mensaje al público sobre lo que en ella se hace, y sobre cómo piensan quienes forman parte del equipo que trabaja en ella.
Así pues, no es igual decorar una agencia SEO, que requiere un diseño más transgresor, que una correduría de seguros o un despacho de abogados, que siempre será un negocio con un aspecto más sobrio.
Es aconsejable decantarse por aquellos colores que se adapten mejor al tipo de negocio, en función de lo que acabamos de apuntar, y también a la iluminación de la que se dispone. Colores como el rojo y el naranja son más arriesgados e impulsan la creatividad, en tanto que los tonos claros son perfectos para espacios pequeños y luminosos.
Por otra parte, los accesorios dan vida a la oficina, sean por ejemplo plantas o cuadros, y los moodboards dan un toque funcional a la par que sirven para decorar la oficina.