Imprimir tarjetas postales personalizadas no suele ser el primer recurso al que acude un comercio o una pyme para hacer publicidad de su negocio. Sin embargo, tiene innumerables ventajas que no conviene desdeñar, no solo en cuanto a sus aplicaciones profesionales, sino también en la vida personal. Esta herramienta de cierto aire romántico y algo «retro» es mucho más versátil de lo que parece. Si quieres conocer sus puntos fuertes, ¡continúa leyendo!
Una alternativa en publicidad impresa
Hoy día, es muy habitual contar con ciertos tipos de publicidad impresa por su buena rentabilidad y capacidad de adaptación a distintos requisitos. Por ejemplo, los flyers son de lo más práctico para hacer promoción de ofertas puntuales o simplemente recordar nuestros servicios. Sin embargo, las postales personalizadas añaden cierto aire tradicional que, no obstante, puede utilizarse a nuestro favor para afianzar nuestra imagen de marca e incluso modernizarla.
¿Tu establecimiento ya tiene cierto recorrido y cuentas con imágenes antiguas de tu primera sede? Si además alguna de esas imágenes muestra el aspecto de tu calle en aquella época, tendrás todo un tesoro gráfico a tu disposición. Imprímelas en tarjetas postales y permite que tus clientes se las lleven como recuerdo. Es posible no solo que las conserven, sino que las envíen a sus amigos y familiares, lo que permitirá que la fotografía de tu establecimiento llegue tan lejos como lo esté su destino. Además, puedes imprimir tarjetas postales que destaquen tu imagen corporativa de una forma atractiva, que invite a llevárselas. Es más, si diseñas varias versiones, seguro que los coleccionistas se hacen con una de cada.
Recuerdos e invitaciones en un formato novedoso
Otra de las utilidades de las postales personalizadas es la de emplear imágenes de las vacaciones en familia, en pareja o con amigos y regalarlas o enviarlas a nuestros seres queridos. En lugar de optar por las típicas postales, hermosas pero impersonales, de los lugares turísticos que visitamos, podemos utilizar una fotografía bonita o divertida que nos hayamos tomado durante nuestro viaje. De este modo, el recuerdo que recibirán nuestros destinatarios será mucho más personal.
Una tendencia que también hemos observado en los últimos tiempos es la de decantarse por este formato para las invitaciones de boda. Ya sea con una ilustración que pueda utilizarse posteriormente como logotipo que dé cohesión a todos los detalles de la boda, ya sea con una imagen de los novios o bien con un motivo más al uso, las invitaciones de boda en forma de postal pueden prescindir del sobre para su envío, lo que las hará destacar en los buzones de los invitados y permitirá utilizar menos papel.
Felicitaciones temáticas
En los últimos tiempos, la tarjeta postal sirve como variante de la típica tarjeta de felicitación navideña. Al ser más pequeña, pero a la vez contar con el espacio necesario para incluir nuestros buenos deseos, es mucho más sencillo que pueda utilizarse, por ejemplo, para colgarla en el árbol de Navidad. También en este caso es posible descartar el sobre para su envío, lo que disminuye el consumo de papel y puede contribuir a reforzar la imagen de respeto al medio ambiente que desean proyectar muchas empresas.
Desde luego, la tarjeta postal está lejos de desaparecer; más bien al contrario, este pequeño reducto del correo tradicional se ha modernizado con nuevos usos y aplicaciones, no solo para las empresas, sino también para los particulares. Con ellas, llegarás al corazón de tus destinatarios.