Mucho se está hablando de que el SEO ha muerto, pero no es que haya muerto, simplemente ha evolucionado para volverse más social.
Está claro que lo que al gigante Google le interesa es que todos nos vayamos desplazando hacia el SEM y las campañas pagadas de Adwords. Pero de momento Google sigue necesitando información para mostrar en su página de resultados.
Lo que sucede es que Google va modificando las normas del juego a base de nuevos algoritmos, ya sean pingüinos, pandas o colibrís, con el objetivo de ofrecer al usuario resultados e información más precisa y de calidad. Y nosotros nos hemos de adaptar si queremos seguir apareciendo en las primeras posiciones del buscador.
Algunos puntos a tener en cuenta en “el nuevo SEO”:
• Las keywords pierdan fuerza. Y es que con la llegada del nuevo algoritmo Hummingbird y el not provided las cosas se complican. Ahora los resultados que Google nos da están basados en criterios semánticos y no solo en palabras exactas. Y es que Google está empeñado en ser cada vez más y más preciso en las SERP’s.
• Social SEO: las menciones, enlaces, likes, favoritos desde las redes sociales cobran cada vez más importancia en el posicionamiento web. Es importante ser activo en redes sociales. Y si has de decidirte por estar en una única red social, Google + es la elegida. Lógico, al final Google siempre barre para casa.
• Contenido de calidad. A estas alturas todo el mundo ha oído ya la frase “el contenido es el rey”. Invertir en una buena estrategia de contenidos nos generará tráfico e interacciones en redes sociales, mejorando el posicionamiento de nuestra web.
[smartads]
• Móvil. Los dispositivos móviles han llegado para quedarse y con él, las búsquedas por voz. Esto quiere decir que cada vez más los usuarios formulamos las preguntas de forma natural, como si estuviéramos conversando con alguien. Con la llegada de Hummingbird, Google ha aprendido a responder preguntas y, aunque de momento el volumen de búsquedas por voz no es muy elevado, no hay que olvidar que es una tendencia al alza.
Google ordena y manda. Y aquí cada uno decide, pero no seguir sus reglas implicará, tarde o temprano, perder visitas y por tanto, perder dinero.