Actualmente, contar con un sistema de seguridad externo en una casa particular se ha convertido en un hecho habitual. Ya sea con el objetivo de sentirse más protegido, de contar con una alarma anti okupación o de tener un efectivo sistema antirrobo, hoy en día estos mecanismos son un elemento más de las viviendas, tanto en los núcleos urbanos como suburbanos.
Uno de los objetivos principales de la contratación de un sistema de seguridad es el efecto disuasorio que producen ante posibles ladrones u okupas, ya que es un elemento que puede hacer cambiar de idea a los agentes externos. Se trata simplemente de un beneficioso refuerzo de la seguridad para las viviendas, sean familiares o de verano, por ejemplo.
A continuación, se enumeran algunos de los motivos por los que es útil contar con un sistema de seguridad que funcione como alarma anti okupas y contra posibles hurtos.
La seguridad de estar fuera de casa durante un tiempo indeterminado
Las alarmas se contratan con asiduidad para las segundas viviendas que, quizá, solo se utilizan en fin de semana o también en los supuestos de viviendas de verano que están cerradas durante la mayor parte del año. El sistema de seguridad y el protocolo de contar con una compañía externa que vela por la seguridad permite a los propietarios estar tranquilos en su día a día, ya que en ocasiones el individuo puede pasar más de un mes sin visitar la casa.
Además, en el caso de unidades familiares, es una opción que refuerza la seguridad a la hora de tener niños y sentirse con la confianza de dejarlos solos en casa durante cortos periodos de tiempo. Lo mismo sucede en el supuesto de casas con personas mayores o dependientes, ya que estos sistemas pueden ayudar a proteger el día a día de esas personas postradas en casa.
Defenderse ante la posible okupación antes de que sea tarde para actuar
Los actuales protocolos de seguridad son efectivos a la hora de disuadir a los okupas cuando ven una vivienda vacía, ya que un sistema así puede prevenir que se instalen en el hogar y evitar un posible proceso judicial lento y tedioso para, posteriormente, desalojarlos. Y es que si los individuos que okupan son capaces de cambiar la cerradura del lugar, las fuerzas del orden no tendrán la capacidad legal de desalojar el sitio, aunque no sean los legítimos propietarios del inmueble.
La alarma permitirá al propietario saber que un intruso busca adentrarse en su casa desde el primer momento, por lo que le da una ventaja temporal que, de otra manera, no tendría. Por eso mismo, el dueño estará en grado de actuar con velocidad ante los intrusos y así conseguir que no se conviertan en un problema a largo plazo.
La seguridad de tener una casa conectada a una Central Receptora de Alarmas funcionará como sistema disuasorio y es un añadido que permite alejarse de la casa durante largas temporadas con tranquilidad, al saber que no será okupada, así como que está “defendida” ante los posibles hurtos. En definitiva, una solución tecnológica para vivir con más tranquilidad.