¿Alguna vez has abierto un email encabezado con palabras como gratis, gana dinero, viagra, sin riesgo, farmacia online, sexo o casino?
Para empezar, nuestro sentido común nos hace huir de la mayoría de estos términos que suelen activar por defecto la bandera roja en nuestro cerebro. Pero, además, lo más probable es que ni siquiera hayan llegado a tu bandeja de entrada. Como mucho, a la carpeta de spam.
Por Rubén Calvo Responsable de Marketing Relacional y CRM de MDirector – Antevenio
Por eso es fundamental entender qué palabras y líneas de asunto pueden generar una alerta de spam y, con ello, asegurarnos de que nuestros mensajes lleguen al destino que les proponemos. Porque de nada sirve tener el mejor producto, el mejor software de envíos de correo electrónico o la base de datos mejor segmentada si, al final, el mensaje no llega al destinatario por caer en un error de base: utilizar palabras inadecuadas en el primer contacto que tenemos con nuestro usuario.
No alertar a los filtros antispam
La definición del asunto es una de esas delgadas líneas que marcan el éxito o el fracaso de una campaña de email marketing. Elegir de manera inadecuada las palabras que forman el asunto puede derivar en que haya un descenso de la tasa de apertura o, en el peor de los casos, que no haya ni siquiera esa posibilidad.
Entonces, ¿cuáles son esas palabras que deberíamos evitar? ¿Cómo conocerlas? Quizá la mejor recomendación es tratar de escribir ese asunto que a tí te gustaría leer, en el que expliques claramente, sin tratar de vender motos, lo que podemos encontrarnos si abrimos el email. Para ello, nada como hablar el lenguaje de las personas, el que utilizan de manera habitual tus propios clientes.
Generar urgencia teniendo mucho cuidado con las palabras que se emplean
Sin embargo, uno de los problemas surge cuando quieres fomentar inmediatez y urgencia, un elemento fundamental en una buena línea de asunto, dado que muchas de las palabras que forman parte de nuestro vocabulario para indicar esta sensación están en las listas de palabras prohibidas. Pulse aquí ya, urgente, compra, inscríbete ya, última oportunidad, ahora mismo, no puedes vivir sin, acceso instantáneo, hazlo ya, ¿a qué esperas? o por un tiempo limitado son algunas de las expresiones que deberías considerar tabú.
Lo mismo pasa si lo que intentas transmitir es una oferta: 50% menos, ahorra hasta x%, el más barato, promoción especial, sólo, ¿por qué pagar más?, o los más habituales descuento, rebajas u oferta, son expresiones que nos llevarán directos a la papelera. No digamos ya si empleamos expresiones como gratis, 100% gratis, regalo seguro, inversión asegurada, acceso gratuito, instalación gratis, hosting gratis, reintegro asegurado o dinero gratis
La dificultad de escribir asuntos se incrementa en algunas profesiones
Por otro lado, hay profesiones que lo tienen más complicado para no caer en términos peligrosos. Entre ellos destacan las referentes a relaciones sexuales – línea caliente, sexo, agrandamiento, conoce solteros- farmacéuticas – viagra, farmacia online, medicina, pierde peso, vicodin, hormonas, valium- bancarias – aumenta las ventas, gana dinero, ingresos extra, crédito, financiación, efectivo, ingreso adicional, ganancias aseguradas, premios en efectivo, beneficio real- o al propio al marketing digital – marketing directo, alerta, dominios genéricos, propuesta, marketing online, mayor tráfico en Internet, nuevas extensiones de dominio-.
El tema se complica si quieres ofrecer algún tipo de garantía o confianza porque términos como sin trucos, no hay riesgo, garantía, satisfacción garantizada, olvídate de costes ocultos, visto en TV, con total seguridad, posibilidad de cancelación en cualquier momento, confidencialidad o el mismo esto no es spam son una garantía segura de que el correo no será leído.
Y, por supuesto, hay que tener muchísimo cuidado con los signos de exclamación y las palabras que la transmiten como fantástico, no te lo vas a creer, maravilloso, asombroso o increíble.
Trabajar los textos con creatividad
Además, el idioma es un factor determinante ya que cada uno tiene su propia lista de palabras prohibidas.
Por cierto, si llegados hasta aquí te has planteado saltarte el dilema dejando el asunto en blanco, olvídalo, no es una posibilidad. Es la manera más rápida de llegar a la carpeta de spam.
La solución pasa, como suele ser habitual, por aplicar la creatividad sin olvidar que estamos en un mundo en permanente cambio y palabras y expresiones que hoy nos abren el camino a la mente de nuestros clientes pueden pasar a integrar la lista prohibida en el momento en que todo el mundo comience a usarlas de manera generalizada.
[smartads]
Para ello nada como dedicarle el tiempo necesario a redactar el asunto, algo que puede mejorarse realizando tests y análisis que nos indiquen qué mensajes funcionan entre tus suscriptores.
Para terminar, un truco: pásate habitualmente por la bandeja de spam y analiza de vez en cuando los asuntos que han caído en ella. Seguro que aprendes qué palabras comienzan a agotar su capacidad de persuasión y cuáles son caballos ganadores.