Las herramientas de gestión permiten la coreografía y orquestación de todos los activos disponibles. Veamos como superar los niveles de productividad utilizando la tecnología. Por J. Martinez, Gerente de Lantek Business Solutions
En la difícil situación en la que nos encontramos inmersos, para las PYMES y autónomos ser más productivos se antoja imprescindible para conseguir el objetivo de ser más competitivos. Es por ello que son necesarias las herramientas de gestión que permitan la coreografía y la orquestación de todos los activos disponibles.
La Sociedad de la Información ha dado un gran salto en España en los últimos años. Se ha producido un avance significativo en lo que se conoce como “alfabetización tecnológica” de la población y de las empresas , es decir, saber leer y escribir pero con un ordenador.
Hoy en día, todos tenemos la posibilidad de acceder a aplicaciones de gestión, tanto de manera personal como empresarial. Sabemos manejar software, buscar información, enviar y recibir correos electrónicos, utilizar los distintos servicios de Internet, etc. Las grandes corporaciones, por su parte, cuentan con profesionales que disponen de herramientas muy sofisticadas, interconectadas entre sí, que permiten obtener datos de diferentes fuentes, analizarlos y tener así la capacidad de tomar decisiones de forma más ágil. Y todo ello redunda en la productividad tanto individual como colectiva.
Pero lo verdaderamente importante es entender y utilizar esa nueva capacidad para apoyar el aprendizaje, la productividad personal, la toma de decisiones y la vida diaria. Así la sociedad se enfrenta actualmente al siguiente escalón en este proceso de desarrollo: incorporar estas herramientas informáticas avanzadas a los entornos donde no existen especialistas en la materia y que puedan justificar la necesidad de efectuar las inversiones necesarias para hacerse con estas aplicaciones.
En EEUU, por poner un ejemplo de un país muy avanzado en el uso de herramientas informáticas de gestión, cualquier empresa por pequeña que sea se plantea desde su fundación disponer de un sistema de gestión como uno más de los medios necesarios para poner en marcha el negocio incluso antes de que ésta se haga efectiva.
En España, en cambio, es muy raro ver esta forma de actuar. Lo que ocurre habitualmente es que la necesidad o el crecimiento de la propia empresa es lo que fuerza a adquirir sistemas cada vez más avanzados, con el consiguiente coste en migraciones, adaptaciones de procesos, etc. Esta forma reactiva de trabajar es poco eficiente y conlleva graves trastornos en las operaciones diarias generando pérdida de productividad y competitividad.
Desde esta perspectiva, si España quiere dar el salto que necesita para superar los niveles de productividad actuales y disponer de un tejido profesional y empresarial mucho más resistente a la coyuntura actual, precisa dar ese impulso en el que cada profesional, desde sus comienzos, disponga de las herramientas adecuadas para tomar las decisiones correctas.
Y al hablar de productividad, no sólo me refiero a la individual, aspecto muy importante sin duda alguna, sino también a la productividad colectiva, aspecto clave de especial relevancia y de menos divulgación que el primero. En la productividad colectiva abarcamos más allá de los equipos de trabajo internos e incluimos en esta definición a proveedores-clientes, fabricantes-distribuidores, etc.
[smartads]
Por tanto, en este escenario actual, donde la productividad y la eficiencia se van a convertir en las piezas claves de cualquier empresa que aspire a sobrevivir en el entorno árido en el que nos encontramos inmersos, las herramientas informáticas de gestión serán los instrumentos que van a permitir dar el paso para tener profesionales que aporten mayor valor añadido en el mismo tiempo de trabajo. Sólo así, seremos capaces de competir con mejores condiciones por crear y atraer nuevos negocios.