La motivación de equipos resulta una necesidad hoy en día, pero es igualmente necesario aprovechar para ello las ventajas que nos brindan las nuevas tecnologías – Hablamos de Gamificación, por www.sankara.es
En cualquier empresa u organismo en el que trabajen grupos de personas es fundamental construir equipo. Conseguir una buena comunicación entre ellos, mejorar su implicación en el trabajo, y la motivación para realizarlo. Esto, hoy, en el contexto de crisis económica, es si cabe todavía más importante. Pero los que nos dedicamos a los eventos para empresas y a las técnicas de motivación sabemos que no siempre es fácil, y que debemos aprovechar todos los recursos a nuestro alrededor para conseguir los objetivos marcados.
Y la gamificación es uno de estos recursos.
¿Qué es la gamificación?
Si el término te resulta extraño, podríamos castellanizarlo de alguna manera: ludificación, jueguización… Como tantos otros neologismos, el término procede del inglés (“game”), y consiste, en líneas generales, de aprovechar el entorno web para dinamizar mediante el juego.
Seguramente el ejemplo más paradigmático de esto sea la compañía Nike.
A través de su red social Nike+, y en combinación con la FuelBand (la pulsera inteligente que contabiliza distancia recorrida, pulsaciones, tiempo invertido y calorías quemadas), lanzaron un proceso de gamificación a través del cual todos los participantes de la red tienen no solo el reto de cumplir sus objetivos diarios y superarse a sí mismos, sino compararlos con otras personas y establecer sanas competiciones. El éxito ha sido rotundo, reforzando su marca y sumando a cientos de miles de participantes a la necesidad de hacer deporte, incluso a aquellos menos motivados para ello. Y ahí está la clave: en que el juego motiva.
Es el mismo concepto que en las actividades de team building destinadas a la motivación de equipos. Y se pueden usar tanto de cara al exterior (buscando la interactuación con el cliente y motivándolo para relacionarse tu marca) como de puertas adentro, estimulando la productividad de los trabajadores.
Estrategias desde la gamificación
Está demostrado que, más allá de los incentivos económicos, algo que necesita un trabajador son incentivos humanos, personales: reconocimiento, crecimiento profesional, o sencillamente darle algo de color a la gris rutina diaria. La gamificación nos permite incidir en esta línea en todos aquellos trabajos que requieran interacción con el entorno digital. Que hoy en día son muchísimos.
Una estrategia habitual es por ejemplo el sistema de insignias, o “badges”: conforme el trabajador alcanza un objetivo determinado (número de ventas, número de informes procesados, envíos listos, y un larguísimo etcétera) recibe el reconocimiento en forma de insignia, o mediante una barra de progreso, lo que supone no solo un “premio” al logro sino una incitación a continuar.
Esto no es necesario que quede a nivel individual: un tablón de rankings, de logros, o cualquier otra interfaz que ponga en contacto a unos trabajadores con otros supone insertar un elemento competitivo entre ellos, que resulta estimulante y ayuda al crecimiento profesional, puesto que el empleado recibe pequeñas dosis de motivación constante.
Y lo más importante: resulta divertido. Este hecho es clave, pese a que algunas personas todavía arruguen la nariz ante la idea de que un empleado se divierta. Pero así es el comportamiento humano: las tareas aburridas, tediosas y repetitivas no son estimulantes, y por tanto no podemos esperar un alto rendimiento, o al menos no todo lo constante que desearíamos. Incorporando dinámicas de juego en estas tareas (tanto si son solitarias, como de carácter competitivo o cooperativo) se incita a esa persona a volcarse en la tarea a través del componente lúdico, lo que se traduce al fin en un aumento de la atención y la productividad.
En resumidas cuentas: a través de la gamificación, todos ganamos.
Será cuestión de empezar a implantarla.
[smartads]
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