Marcas que destacan por sus contenidos online de calidad

Los datos del pasado año no dejaban lugar a dudas y tal y como ya comentamos, en 2016 al fin se dio la importancia merecida a la creación de contenidos de calidad y útiles como herramienta de marketing.

La necesidad de sobresalir entre los competidores que ofrecen productos o servicios similares ha llevado a las marcas por el camino de la diferenciación a través del contenido.

En este sentido la imaginación ha sido el recurso del que tirar, y es que los contenidos que enganchan no siempre pueden aparecer en forma de artículo, aunque el texto siga siendo el rey. Depende de quién emite, quién recibe y qué emociones o sensaciones se quieren compartir.

Los creadores de contenidos ya no son sólo redactores, se ha dado el salto a otros formatos más adaptados a la actualidad: y es que la imagen y el formato audiovisual son lo más demandados por los seguidores de las fanpages y perfiles de marcas.

Además, si nos estamos a las estadísticas, nos conectamos preferentemente desde dispositivos móviles de pantalla menor a la de nuestro ordenador, por lo que el vídeo, la foto, la infografía y el audio tienen claramente todas las papeletas para ganar.

Hemos tomado tres ejemplos que son una buena muestra de lo que de verdad es marketing de contenidos, del que crea vínculo y ofrece valor añadido a la imagen de la marca más allá de la necesidad que cubre su producto.

Cada uno de ellos ha escogido uno canales y formatos concretos para dar rienda suelta a su creatividad y tratar de conseguir eso tan difícil de distinguirse entre todos los demás. La clave en todos los casos es la misma: provocar emociones en el receptor del contenido que le inviten a conectar, de la forma lo más permanente posible, con la marca o empresa que se los ofrece de forma gratuita. Así se crea un vínculo que va mucho más allá de la satisfacción como cliente.

Gallina Blanca y su cuenta de Pinterest 

El caldo en cubitos es un ingrediente que no suele aparecer en los programas de alta cocina. Es algo estrictamente casero y que, según la corriente nutricional escogida por el consumidor, puede incluso quedar totalmente descartado a la hora de hacer la compra. Además, cuenta con competencia múltiple debido a la proliferación de las marcas blancas.

Para sortear todos estos obstáculos y conseguir conectar con un cliente más joven, culto e interesado en la cocina; Gallina Blanca ha convertido su cuenta de Pinterest en uno de los recetarios más bonitos que se pueden encontrar en la red.

Cada receta remite a su correspondiente post en la web principal, claro está; pero lo importante es que han conseguido que su cuenta en Pinterest tenga, gracias a unas fotos impecables, una personalidad propia muy actual y estéticamente inmejorable. Con estas imágenes simplemente cautivan y generan una comunidad que sin duda tendrá una opinión positiva sobre la marca.

Botemania y su canal de YouTube 

Sobre el marketing de los sitios de juego online ya os hemos hablado en alguna ocasión. En el caso de los bingos online, principalmente tratan de vincularse dando sensación de proximidad -y premios- a través de las redes sociales, jugando a conseguir “me gusta” a base de toques de humor y concursos de escasa dificultad.

Suelen escogen caras conocidas que hagan perder al receptor toda connotación negativa que pudieran tener por tratarse de empresas dedicadas a los juegos de azar tal y como han hecho las grandes casas de apuestas y casinos online.

Desde ese punto de vista todas son más o menos homogéneas. Algunas incluyen blogs y vídeos en sus canales de comunicación con los que compartir tutoriales y reglas de juego, pero lo cierto es que el cliente objetivo de una sala de bingo online es una mujer joven, pero no tanto, a la que las grabaciones de pantalla probablemente no entretengan tanto como a un gamer adolescente.

En ese sentido, en su canal de YouTube, Botemania ha lanzado un boletín semanal, a modo de newsletter audiovisual y con formato de noticiero. La elección de las presentadoras del Botediario, que así se llama el mini programa no es nada casual: dos mujeres jóvenes pero maduras con sentido del humor y una estética tan desenfadada como profesional. Alejadas de estereotipos de género y hablando -sin entrar en demasiados detalles- de los juegos y otros detalles que pueden resultar familiares e interesantes a la comunidad binguera.

Pinturas La Pajarita, su muro de facebook y su cuenta de Youtube

El DIY tuvo su florecimiento hace ya unos años y parece que ha llegado para quedarse. Hacer manualidades ha trascendido la asignatura artística de la edad escolar o las clases del hogar del jubilado para convertirse en un hobby de moda del que nadie se avergüenza.

Una marca con tanta tradición como “Pinturas La Pajarita” podría haberse quedado en el camino y ser hoy en día un mero recuerdo para la generación EGB, pero en cambio ha sabido aprovechar el tirón de las “crafter” (en femenino, ya que parece que la inmensa mayoría del contenido creado se dirige a mujeres) y de la figura de las “vloggers”.

En Youtube tienen una cuenta con vídeo tutoriales de sus kits de manualidades además de los omnipresentes “haul” en los que la vloggera en cuestión relata su experiencia con la compra y utilización del producto. El idioma y la estética de este tipo de canales son perfectos para el producto que La Pajarita ofrece. Sobre todo para llegar a un público adulto y con capacidad de consumir.

Como véis, productos tan variados como los ejemplos que hemos escogido han sabido encaminar sus contenidos de modo que creen un vínculo más allá de la mera información sobre el producto. Y es que esa relación especial va a ser lo único que consiga diferenciar a las marcas en plataformas digitales.

Además, en su muro de facebook las imágenes escogidas siguen una estética dulce, suave y colorida que actualiza por completo la imagen de la marca.

En cuanto a aplicaciones móviles se refiere, las llamadas apps que funcionan a partir de terminales conectados a internet como son los teléfonos móviles, ordenadores, mini ordenadores y tablets, destacamos la app para aparcar en zona azul en Barcelona y otras muchas ciudades de España llamada Blinkay.