Los hábitos de compra online están experimentando un cambio entre los usuarios de Internet. La posibilidad de ver, tocar y probar el producto ya no es necesario en productos que antes era impensable adquirirlos sin estos requisitos.
Según la encuesta realizada por el ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información) en 2012, el mercado B2C experimentó un crecimiento del 19,8% en 2011 respecto al año anterior, llegando a generar 10.917 millones de euros por el incremento de más de un 20% de usuarios compradores en el mercado online, hecho demuestra que el comercio electrónico es una modalidad joven en pleno crecimiento. Los consumidores que optan por comprar productos de manera online utilizan cada vez menos la información y comunicación que proviene de las propias marcas para sustituirla por la opinión y experiencia compartida por los usuarios.
Hoy en día, encontrar el producto deseado, con la posibilidad de obtenerlo con una rebaja significativa, hace que los consumidores, cada vez más, arriesguen sus compras al realizarlas online para ahorrar dinero en aquellos productos que normalmente necesitaban tocar, ver y probar para asegurarse de que se está adquiriendo realmente aquello que se necesitaba y tomar la decisión final, según comenta Jesús Lamberto, consejero delegado de Yaysi.
“Antes era impensable la compra de ciertos productos online, como aquellos relacionados con la puericultura (sillas de coche para bebés, carritos o cunas), aparatos industriales para empresas o coches. Incluso nos han llegado a pedir dispositivos de conservación para la reproducción asistida”. El usuario ahorra tiempo, dinero y esfuerzo.
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También son muy importantes aspectos como la intimidad y agilidad que ofrece el proceso de compra por Internet. El proceso de confianza en las compras online ha ido aumentando y cada vez son más los usuarios de Internet que apuestan por la compra a través de este método.