Las Redes Sociales Corporativas favorecen la gestión eficaz del talento

Las redes sociales han dado un giro de 180 grados a las formas de comunicarse en la última década y las empresas se van sumando a esta tendencia creando sus propios canales internos que les permiten agilizar la comunicación y gestionar mejor el talento. Para Vector, los profesionales son cada vez más 2.0 y han de saber hacer uso de estas nuevas herramientas para que su trabajo sea más ágil, sencillo y accesible a todos. Las Redes Sociales Corporativas son una herramienta clave que aporta beneficios tanto a la empresa como al trabajador.

Según Gonzalo Poblaciones, Director de Formación de Vector, “las empresas, ante la globalización de los mercados y la dispersión geográfica  de sus trabajadores,  han identificado  una necesidad de cambio en la relación entre sus miembros. Existen grupos de interés dentro de las empresas, que en muchos casos no pueden mantener una comunicación fácil ni tienen un entorno donde compartir información y experiencias. Estas demandas se pueden cubrir mediante una Red Social Corporativa (RSC)”. 

La evolución tecnológica permite plantear una red social profesional que aporta sistemas de comunicación y relación y crea entornos, que unidos a una metodología de trabajo y una parametrización específica, permite cubrir las necesidades en cuanto a: 

• Herramientas de administración y dirección: El entorno sirve para que la información y el conocimiento de una organización lleguen a todas las personas de la organización. 

• Servicio de cultura corporativa: Sirve de canal para la trasmisión de la cultura corporativa. La estrategia de la organización, la forma en que sus miembros analizan los problemas y los resuelven, se puede transmitir y modificar a través del entorno. 

• Comunicación externa: El entorno, dado que la frontera entre comunicación interna y externa es cada vez más difusa, permite a los miembros de una organización ser los principales difusores de su comunicación e imagen en el exterior. 

Para Vector, el éxito de las organizaciones del siglo XXI vendrá determinado por el uso y la aplicación racional e inteligente de las TIC, sin olvidar la capitalización del talento, la inteligencia colectiva, el compromiso y la creatividad de las personas que forman parte de ellas. Estos cambios corresponden a un nuevo orden económico y tecnológico y están teniendo lugar en un contexto de globalización de la actividad económica y de incremento de la competitividad internacional: el 2.0 interno es el reto de las empresas españolas para 2014.

Las redes sociales corporativas construyen un entorno de comunicación, conocimientos y experiencias que gestionado adecuadamente, aporta una información muy valiosa a la hora de tomar decisiones de cara a la dirección. Se puede “tomar el pulso” de la organización de manera constante y los empleados aportan una información de clima laboral y de implicación o desapego con la empresa que pueden permitirnos tomar decisiones adecuadas antes de que sea demasiado tarde. Por otro lado, en el ámbito puramente técnico facilita enormemente la ayuda interprofesional de intercambio de experiencias en situaciones difíciles. Se puede aunar la experiencia de la organización de manera natural y sencilla.

Herramienta tecnológica

La Red Social Corporativa (RSC) está formada por un conjunto de módulos y sistemas comunes que constituyen el núcleo de elementos corporativos de base. Es cierto que estas plataformas plantean un cambio notable en la organización en cuanto al flujo de la información, la creación y publicación de contenidos para compartirlos con la comunidad, colaboraciones colectivas en proyectos, etc. Pero es una herramienta esencial para escuchar a todos los equipos, para descubrir nuevos talentos, para generar sinergias y poner en marcha muchos proyectos innovadores.

El sector sanitario, turismo y telecom son los más permeables a la implantación de estas tecnologías. El soporte técnico necesario para poder montar una Red social corporativa puede ser algo sencillo que podamos tener implantado y probado en un par de meses. Para ello se darán los pasos previos necesarios para entender la organización, plasmar sus necesidades en herramientas que las puedan resolver, eligiendo el software que mejor se adapte a los requerimientos iniciales previstos.

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Pero para que una RSC funcione, es necesario que sus miembros, además de que se entrenen y conozcan la propia plataforma y herramientas, aporten contenidos de valor. Hay que identificar los líderes sociales de nuestra organización, dinamizar y dirigir el proceso inicial hasta que se adquiera la velocidad de crucero y conseguir que sean los propios participantes los que la mantengan y la hagan crecer. Este proceso suele llevar al menos un año de trabajo y dedicación.

“En los últimos años ha surgido una nueva demanda por parte de grandes empresas de redes sociales propias, internas, privadas. Vector ya ha puesto en marcha varios proyectos tras la creación de una aplicación software cuyo fin es la gestión del conocimiento. Esta herramienta tiene como objetivo la canalización y el almacenamiento del conocimiento colectivo de los profesionales de una compañía mediante un entorno colaborativo. Este ecosistema del conocimiento crea un espacio de socialización y colaboración entre los miembros de la empresa, generando  un aprendizaje interconectado. Todo esto se traduce en productividad, eficiencia y agilidad en la prestación de servicios a los clientes”, concluye el directivo.