PandaLabs, el laboratorio antimalware de Panda Security –The Cloud Security Company-, lleva algún tiempo advirtiendo de los «falsos ligues» a través de Internet: mujeres, sumamente atractivas y en su mayoría rusas, que contactan a través de redes sociales con hombres intentando establecer una relación y ofrecerles viajar a su país para demostrarles «su amor», momento en el cual solicitan dinero para ayuda del viaje. Una vez transferido el dinero, las bellas desaparecen.
Pues bien, ahora le ha tocado el turno a las mujeres: PandaLabs está registrando un aumento de ejemplares de e-mails recibidos a través de redes sociales de hombres intentan contactar con féminas. Eso sí, el gancho no es una foto exuberante, ni promesas que pudieran rozar lo erótico. En este caso, se ofrecen como pareja estable destacando como valores los que cualquier mujer listaría como atributos de su hombre ideal: responsable, con ingresos estables, romántico, divertido, respetable padre de familia, con formación e idiomas, lamentablemente viudo y ávido de cariño, etc.
Nuestras investigadoras del laboratorio se han puesto en contacto con uno de estos «Don Juan», para averiguar qué hay de verdad detrás de tanto enamoramiento. Tras el primer contacto, la historia se desarrolla exactamente de la misma forma que la de rusas: quieren a toda costa venir a conocer a su enamorada y, para ello, alguna desgracia económica se lo impide, por lo que solicitan ayuda en forma de dinero.
«Al igual que sucede con las rusas, el que un hombre declare haberse enamorado de una mujer sin duda va a provocar su interés. No sabemos muy bien cuántas picarán, pero he de reconocer que la comunicación está pensada y elaborada para engañar al género femenino», comenta Luis Corrons. Y añade: «Igual que nadie da ‘duros a pesetas’, como dice el refrán, es sumamente complicado que alguien se enamore de otra persona a la primera visita de su perfil. Recomendamos a todos los usuarios que pudieran recibir este tipo de mensajes, tanto hombres como mujeres, que desconfíen en todo momento de ellos, porque en la mayoría de las ocasiones –por no decir en el 100%-, esconden una estafa».