La evolución de internet y el desarrollo de nuevas y más eficientes tecnologías de la comunicación han supuesto un enorme progreso en el avance de la globalización, haciendo que los productos digitales tengan mucha más facilidad para llegar a un público potencial cada vez más amplio.
Sin embargo, con esa excelente oportunidad de crecimiento surge también la responsabilidad de adaptar el contenido a las diferentes culturas del mundo, gracias, por un lado, a la traducción audiovisual y, por otro, a la traducción y localización de software.
Tipos e importancia de la traducción audiovisual
La traducción audiovisual es un término que abarca varias áreas diferenciadas entre sí, como son la subtitulación, el doblaje y la audiodescripción. Y, si bien todas son igual de relevantes en la sociedad actual, cada una de ellas presenta unas características propias y se ajusta a unas necesidades particulares que hacen que la figura del traductor profesional se vuelva imprescindible de cara a ofrecer unos estándares adecuados de calidad.
La subtitulación es quizá la forma más frecuente de traducción audiovisual, y no sin motivo, ya que unos buenos subtítulos van mucho más allá de acercar un producto a personas sordas o que no hablen el idioma. Por un lado, mucha gente puede alcanzar un nivel mayor de comprensión si, a la vez que escucha, puede también leer lo que se está diciendo.
Por otro lado, hoy en día muchas personas consumen vídeos sin sonido, ya sea por obligación o por preferencia personal, y la falta de subtítulos en un determinado producto puede hacer que opten por otro que sí los tenga.
El doblaje es la manera más directa de hacer llegar un producto audiovisual a audiencias de diferentes culturas, ya que la traducción en este caso deja de ser una mera intermediaria para convertirse en una parte íntegra del contenido. Es por eso por lo que muchas personas experimentan una inmersión mucho mayor y retienen más cantidad de información si los vídeos están doblados a su idioma nativo.
La audiodescripción podría considerarse como una forma especial de doblaje en la que se añade una capa adicional de voz con la que se describen detalles relevantes que de otro modo solo serían perceptibles mediante imágenes. La audiodescripción, por tanto, es fundamental para contribuir a que las personas invidentes puedan acceder al contenido de forma independiente, garantizándoles igualdad de oportunidades en cuanto a entretenimiento e información.
El valor de la traducción y localización de software
Por otro lado, y a diferencia de la audiovisual, la traducción y localización de software se puede considerar una especialidad técnica en lugar de artística, ya que requiere conocer los lenguajes de programación utilizados en el desarrollo del producto y la terminología empleada en los distintos sistemas operativos a los que va dirigido.
Por otro lado, esta especialidad no solo engloba la localización del propio software, sino también la de la documentación y los manuales correspondientes, por lo que su relevancia en este caso es doble: llevar el producto a la mayor cantidad de personas posibles e incrementar el ratio de retención de usuarios facilitando su uso y su aprendizaje.
En definitiva, tanto la traducción audiovisual como la traducción y localización de software desempeñan un papel imprescindible en la sociedad globalizada actual, lo que hace indispensable la contratación de traductores profesionales online que sepan trasladar su experiencia y sus conocimientos al producto final dentro de los tiempos establecidos y con el adecuado nivel de calidad.