Parecido al SEO, los anuncios de búsqueda pagada (también conocidos como pago por clic o PPC) están diseñados llevar más tráfico a una página web.
Es una herramienta bien conocida y ampliamente utilizada por las empresas en el entorno de marketing online. Sin embargo, pocas empresas separan a pensar en lo fácil que es para un competidor “legalmente» utilizar su marca para redirigir el tráfico a la propia web de la competencia. Hacer caso omiso a esta potencial situación supone una brecha para las empresas en su estrategia de protección de su marca y un riesgo de pérdida de ingresos por el canal online que le corresponden legítimamente.
En primer lugar, los motores de búsqueda permiten a cualquiera, incluso a los competidores, mostrar sus anuncios a las personas que hacen una búsqueda por la marca de una empresa – sería el equivalente online de una situación donde dos tiendas minoristas que están compitiendo en lados opuestos de una calle tienen colgadas pancartas en sus fachadas con c sus últimas y mejores rebajas.
La segunda manera en que un competidor online puede redirigir legalmente el tráfico hacia sus webs no es tan clara. Implica el uso de una marca en el texto de un anuncio y sólo se permite bajo ciertas circunstancias, por ejemplo: una web informativa o una web de comparación entre varias marcas verificada por terceros. Los usos de la marca en un anuncio y el contenido de la página de destino son a menudo subjetivos, los motores de búsqueda dan luz verde en situaciones legalmente «grises» y hemos visto muchos ejemplos en los que el uso de la marca ha sido aprobado por el motor de búsqueda, pero que realmente fueron perjudiciales para la propia marca.
Es en estas «situaciones grises» en las que el dueño de la marca debe localizar el anuncio “fraudulento” y luego presentar una queja al motor de búsqueda para que dejen de aparecer a los navegantes.
Uno puede pensar: «No hay problema, es tan sencillo como hacer una búsqueda por mi marca y ver si alguien la está violando.» Pero en la práctica, esto no es tan fácil.
Por ejemplo, cuando uno hace una búsqueda en cualquiera de los motores de búsqueda más usuales los resultados que se ven en realidad están basados en su ubicación. Es necesario pensar en cómo hacer una búsqueda desde distintas ubicaciones para localizar a los infractores. Se puede hacerlo desde casa, desde una oficina móvil o incluso desde un café cuando uno viaja por trabajo a cualquier punto. Hacerlo así, no es sólo muy complicado si no muy ineficaz.
Cuando te paras a considerar los retos técnicos para monitorizar las violaciones de la marca a través de docenas o incluso cientos de lugares, puede ser bastante desalentador. A esto se añade el hecho de que los anunciantes, buenos o malos, tienen la capacidad de mostrar sus anuncios sólo para palabras clave específicas durante determinadas horas del día, y se crea una situación en que es muy fácil para los infractores de marcas evitar ser detectados.
Para tener alguna esperanza de localizar los anuncios de búsqueda pagada infractores , hace falta hacer cientos de búsquedas cada día utilizando una gran variedad de palabras clave desde varios lugares del mundo, y en diferentes momentos del día.
Si pensamos en ello como en la pesca de la lubina – imagina que tratas de pescar desde un lugar concreto del mar tú podrías pescar algo en el caso de que las lubinas mordiesen el anzuelo y estuvieses utilizando el cebo correcto. Sin embargo, piensa que ese mismo día pudieses sentarte en cientos de lugares diferentes y utilizar distintos tipos de cebo. ¿No crees que tendrías más éxito? Por supuesto que sí.
[smartads]
Seamos realistas, al final del día, lo que realmente importa a las empresas es cómo se representa su marca al público y una gran parte de esa ecuación para tener protegida su marca es contar con las herramientas adecuadas para asegurarse que no se le escapa nada. Controlando el uso de la marca en los anuncios PPC es una parte importante de su programa de protección de su marca y no debe ser ignorada.