Inmediatez, bidireccionalidad, menor coste y flexibilidad son ventajas más que suficientes para que las compañías y sus clientes estén interesados en emplear las aplicaciones de mensajería móvil para sus comunicaciones, según nos explica Marina Assir, fundadora de MassyPhone.
Para Marina Assir, las personas que consideran que recibir mensajes de marcas, ya sean publicitarios o no, a través de la aplicación de mensajería WhatsApp es «poco menos que sacrílego, deben entender que sólo supone un paso más en la evolución de la forma en la que nos comunicamos. No se trata de ser agorero ni afirmar gratuitamente que esto sea inevitable, que lo es, y que el único remedio sea aguantarse; nosotros facilitamos a las empresas el empleo de aplicaciones como WhatsApp para comunicarse con sus clientes por las ventajas que estas suponen para las dos partes: inmediatez, bidireccionalidad, menor coste y flexibilidad».
«El número de compañías en nuestro país que se han subido al carro de WhatsApp crece cada día, desde la pizzería que admite pedidos a la tienda ‘online’ que avisa de una incidencia en el envío. Yo no he oído hablar de nadie que se queje de tener estos servicios a su alcance, más bien al contrario; la franja entre utilidad e intrusismo puede ser difusa en algunos casos, habrá personas que quieran estar al día de todas las ofertas de un supermercado y otras que no, por eso está en manos de las empresas el adaptarse a las necesidades de sus clientes con políticas de comunicación responsables», indica Assir.
Aquellos que opinan que este cambio es perjudicial esgrimen motivos como que no todo el mundo tiene WhatsApp, «como tampoco todo el mundo tiene correo electrónico, pero la realidad es que España es de los países con mayor índice de móviles registrados en la aplicación –más de 20 millones de un total de unos 300–, y cuenta cada día con más usuarios».
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También apelan a la molestia de no poder actuar frente al envío de mensajes no deseados, «pero es más fácil ignorar o incluso bloquear a un contacto en WhatsApp que evitar recibir un SMS o una llamada de teléfono». En definitiva, «basta con que las empresas sigan unas buenas prácticas de uso para que la comunicación con sus clientes a través de las aplicaciones de mensajería sea la vía principal», finaliza Marina Assir.