Los vibradores son un magnífico juguete erótico tanto para hombres como para mujeres.
Si bien su uso está más extendido entre el sexo femenino cada vez son más los hombres que se atreven con sus análogos anales para estimular la próstata o para alterar las sensaciones que se disfrutan durante el orgasmo. Si vuestra pareja es abierta de miras no dudéis en planteárselo, estamos seguros de que sabrá apreciarlo.
En el caso de los hombres el uso de consoladores suele quedar relegado a juegos sexuales en compañía. El colectivo gay es menos reticente a su uso ya que el sexo anal forma una parte importante de la vida en pareja. Sin embargo es entre las mujeres donde vibradores, dildos y demás aparatos diseñados para simular la penetración tienen un éxito apabullante.
Por esta razón existen en el mercado una asombrosa variedad de tiendas donde comprar vibradores.
Los hay de todas las formas y tamaños, adaptados a las necesidades y circunstancias de todas las usuarias. Desde aquellos modelos que intentan representar con la mayor fidelidad posible el miembro viril a aquellos más fantasiosos que dejan volar la imaginación de las más atrevidas: dildos de dragón, consoladores de gran tamaño y toda una retahíla de formas de lo más alocadas…
Los acabados superficiales siempre están realizados en siliconas y plásticos libres de ftalatos aprobados por los pertinentes organismos reguladores en materia de salud. Pueden ser lisos para una penetración más suave y cómoda o rugosos, mucho más placenteros y más encarados a la estimulación de las extensiones laterales del clítoris. Los colores son igual de variopintos. Aunque suele ser un complemento puramente estético siempre hay quien prefiere un aparato más llamativo o uno más sobrio.
Entre las muchas opciones que existen, hay un tipo de vibrador capaz de despertar el interés de la mayoría de las mujeres.
Se trata de los consoladores con estimulación accesoria del clítoris. Estos modelos, además del cuerpo vibrante que se introduce en la vagina, cuentan con una pequeña ramificación que entra en contacto directo con el clítoris al hallarse el aparato profundamente introducido. Esto estimula sobremanera las terminaciones nerviosas presentes en el área facilitando el orgasmo incluso en aquellas personas con mayores dificultades para alcanzarlo.
Un vibrador es una herramienta perfecta para aquellas temporadas en que no tenemos la energía suficiente para buscar una pareja, para la soltería e incluso para respetar el descanso de nuestra pareja sin que ello influya en nuestras necesidades sexuales. Hay que comprender que el estrés diario puede llegar a hundir la libido de nuestras parejas y forzar el encuentro sexual en estas condicionas puede ser más un detrimento para la vida amorosa que otra cosa.
Como adelantábamos al comienzo del artículo, los vibradores son un juguete erótico perfecto para el juego en pareja. Ya sea para añadir un poco de variedad a los encuentros heterosexuales o para disfrutar del pleno potencial del sexo gay o lésbico, los consoladores suponen un suplemento extra a considerar. Lo más importante, como de costumbre, es no autoimponer barreras a nuestro disfrute.