El cumplimiento de los objetivos de toda organización, sea del carácter que sea, requiere de sinergia entre todos sus sistemas y elementos para así optimizar los esfuerzos realizados.
Por Leidy Santander
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las organizaciones es la disparidad que existe entre la estrategia empresarial y los sistemas de recursos humanos. Es allí cuando el alineamiento estratégico se hace importante. El alineamiento estratégico consiste en alinear los recursos humanos y su entorno con la estrategia propia de la organización. Este ejercicio tiene la finalidad de generar beneficios múltiples, como son el logro de objetivos planteados y la mejora del clima y cultura organizacional.
El paso inicial para que la organización conceptualice adecuadamente su estrategia es aclarar e internalizar quienes son, cuáles son sus valores, que quieren ser, razón de su trabajo, a donde quieren llegar y como deben lograrlo.
Posteriormente, y no menos importante, es la asignación de recursos, ya que el equilibrio entre el alineamiento de la estrategia y los recursos hará posible su éxito, perdurabilidad y crecimiento a lo largo del tiempo.
Es importante aclarar que aunque el recurso es imprescindible, una abundante fuente de financiamiento no necesariamente es la clave del éxito, se podría disponer de la más alta tecnología y de personas con los marcos de competencias adecuados, pero si se carece de una adecuada estrategia, no se obtendrá algo diferente al fracaso. De de igual manera, una estrategia bien concebida, sin los recursos y competencias requeridos para implementarla, sólo será un buen ejercicio teórico, sin ninguna validez práctica.
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En resumen, la clave del éxito está en disponer de forma armónica y sinérgica todos los elementos de una organización: estrategia, personas y recursos, llevando a cabo sólo actividades que generen valor agregado y que sean claves para el logro de objetivos específicos y compartidos.