Desde la Standard Definition (SD) de los primeros televisores, comercializados en 1926, hasta la actualidad, la tecnología ha evolucionado de manera abismal. Mientras que la SD contaba con una resolución de 800 líneas, la denominada High Definition (HD) irrumpió en el mercado con sus 0,8 megapíxeles y, más tarde, el Full HD alcanzó la cota de los 1920x1080px.
La última resolución de pantalla, la Ultra HD, cuadruplica la información de imagen de su predecesora.
Esto es, incrementa la densidad de píxeles, incorporando una mayor cantidad de información a en cada pulgada. El resultado: un nivel de detalle inaudito hasta ahora, que permite disfrutar de la visualización en grandes televisores, cuyo contenido no pierde calidad.
El Ultra HD, también denominado 4K, encuentra dos vertientes distintas: la industria del cine y la televisión.
Aunque ambas suponen mejoras técnicas en cuanto a resolución y profundidad del color, no coinciden exactamente en estos apartados. Así, mientras el 4K en cine implica 4096×2160 px; en los televisores damos con una resolución de 3840×2160 px. De la misma manera, la profundidad de color en cine es de 8 bits, mientras que en televisión alcanza los 12 bits.
En lo que al mercado de la televisión respecta, el Ultra HD es ya una realidad.
También en el del móvil y en la fabricación de cámaras de video. De esta manera, las grandes compañías han apostado fuertemente por dotar de esta tecnología a sus principales productos. En relación a esto, destacan empresas como Sony, Panasonic, Samsung o Philips.
Pero si hay unos dispositivos que sobresalgan por su innovación, esos son los de tecnología Ultra HD de la web de LG. Se trata de pantallas que, más allá de las ventajas habituales, cuentan con mejoras en la iluminación LED trasera, así como con un códec que reproduce contenidos 4K desde USB y HDMI. Igualmente, y entre otros detalles, LG cuida el sonido de sus televisiones UHD, integrando un sistema de audio diseñado por HARMAN KARDON.
No obstante, ¿cómo afectan estas características técnicas a la experiencia real del espectador?
Claridad y suavidad de la imagen, sensación de textura, precisión en los detalles o perfecto visionado de los movimientos veloces, son algunos de los términos que describen la visualización. Asimismo, a lo anterior hay que añadir una ampliada y realista gama de colores.
Con todo, son cada vez más los usuarios interesados en adentrarse en el mundo del 4K, ya sea para disfrutar de documentales de la BBC, de las series de Amazón y Netflix, o de algún partido de fútbol.
Otra posibilidad es la contemplar en nuestro televisor UHD aquellas fotografías a las cuales las anteriores resoluciones no lograban sacar todo el partido. Esto hace de los dispositivos 4K una herramienta indispensable para profesionales del sector audiovisual.
Por último, los amantes del 3D están de enhorabuena, ya que esta tecnología reproduce perfectamente ese tipo de contenidos. Y, por si fuera poco, es posible visionarlos sin la necesidad de las ya tradicionales gafas.