Cestas de navidad para empresas: ¿cuál es su historia?

Estamos acostumbrados a recibir o a que nuestros amigos reciban de regalo cestas de Navidad de su empresa cuando se acerca este periodo estival, pero ¿de dónde viene esta tradición y por qué se ha hecho tan popular?

El origen de las cestas de navidad para empresas

Las cestas de Navidad para empresas son una tradición inculcada en España, pero su origen no es español. Hay que remontarse años atrás para conocer de dónde viene y a qué se debe. Todo empezó en la época romana, cuando los patrones obsequiaban en el mes de diciembre a sus clientes con una Sportula, que consistía en una cesta de mimbre repleta de alimentos. Más tarde, a finales del siglo XIX las administraciones públicas adaptaron esta costumbre a sus propios departamentos, regalando cestas de Navidad a los diferentes miembros de dichos departamentos. Y en el siglo XX se trasladó al sector privado, convirtiendo el regalo de las cestas de Navidad en un ritual de algunas empresas hacia sus empleados.

Con el paso de los años, los lotes de Navidad para empresas forman ya parte de la cultura empresarial, obsequiar a clientes y empleados con estas ofrendas es un símbolo de agradecimiento y confianza por parte de las compañías, que sus receptores esperan recibir al final de cada año.

¿Cómo son las cestas de navidad para empresas?

Las cestas de Navidad cuentan con una gran ventaja, y es que, aunque parezca que el regalo se repite, este puede variar en función de los productos que lleven en su interior y cómo estén empaquetados. Es decir, que no solo se centra en los alimentos que se ofrecen, sino que también se aprecia el envoltorio cuidado al detalle.

Bebidas alcohólicas para brindar, dulces navideños, embutidos de calidad, son algunos de los productos que pueden incluirse en un lote navideño. Hay quienes optan por regalar una pata o paletilla ibérica, así como una buena botella de cava con la que poder disfrutar en compañía.

Pero un lote de navidad para empresas puede ser mucho más completo gracias a la gran variedad de productos que pueden ir dentro. El jamón siempre se apreciará mejor si lo acompañamos de una copa de vino, y poder disfrutar de un buen surtido de turrones y polvorones siempre será de buen gusto para todos.

Por eso, y por todo lo que transmite en nombre de la marca, regalar cestas de navidad de la empresa es siempre un acierto, tanto de cara a los empleados y colaboradores, como de cara a los clientes, con los que podremos diferenciarnos como compañía mientras les mandamos el mensaje de fidelidad y compromiso.