Hoy es mucho más fácil que nunca poder entablar relaciones internacionales con otras empresas. Para que esas relaciones sean exitosas, es necesario, que todos los documentos relacionados estén bien traducidos y que cumplan con los requisitos legales.
Gracias a las nuevas tecnologías es más fácil que nunca poder conseguir contratos en el extranjero. La comunicación entre empresas que colaboran desde diferentes partes del mundo ha hecho necesaria la presencia de personas que sepan hablar otros idiomas y que, además, sepan de leyes. La figura del traductor legal es hoy más importante que nunca.
Cuando existen contratos entre personas de idiomas distintos, se necesita a alguien que sirva como intérprete para que las condiciones de la negociación queden claras para ambas partes. Pero cuando un documento debe ser legal va más allá de la simple traducción. La persona que deba hacer de intérprete del documento debe entender de leyes porque lo que se firma no es solo un papel que explica una información, ese documento deberá considerarse como legal en otro país. Por ello estará lleno de palabras técnicas que, la persona que sirva como traductor, debe conocer y saber usar en los países de las dos empresas que van a firmar ese contrato.
No solo es conocer el idioma también su sistema legal y todos sus tecnicismos para llegar a plasmar en el documento la realidad del acuerdo al que se está llegando.
La formación de un traductor legal
La persona que llegue a ser traductor legal deberá, por tanto, conocer las leyes de ambos países. Es importante que haya una buena formación en la carrera de derecho para estar al tanto del funcionamiento de las leyes en los diversos países.
Esto requerirá de la persona, no solo los años de estudios correspondientes tanto en derecho como en idiomas, también seguir aprendiendo para ajustarse a los cambios que vayan surgiendo tanto al modificarse leyes como al ir evolucionando los idiomas.
Dónde trabaja el traductor legal
Un traductor legal puede trabajar desde su casa si es autónomo. En este caso son ellos los que tratan de contactar con clientes que necesitan de traducciones legales. Pueden ser clientes privados o empresas.
Algunas empresas tienen en nómina a sus propios traductores para cuando necesitan de una traducción legal. Se encargan de todo tipo de documentos legales que la empresa necesita traducir a otros idiomas para cruzar las fronteras y expandirse.
También está la opción de contratar a una empresa de traducción que tenga contratados a profesionales que traduzcan en diferentes idiomas. La empresa de traducción es la que pone en contacto al cliente con el traductor. Esto dependerá del idioma al que se necesite traducir los documentos.
[tweetable]La importancia de los idiomas en el mundo de los negocios[/tweetable]
Las empresas quieren llegar a lo más alto y darse a conocer en el exterior es la mejor manera de hacerlo. Antes era más complicado pero con la llegada de las nuevas tecnologías se ha conseguido una mayor facilidad para darse a conocer al resto del mundo. Esto obliga a conocer bien otros idiomas. No es lo mismo que una persona tenga que traducir una lista de productos que se ofrece a que ya esté en su idioma y pueda comprenderlo. Si esto ocurre con una persona de la calle, cuando se trata de otra empresa con la que se quiere hacer negocios, es mucho más importante todavía poder tener todos los documentos bien traducidos y en regla en el país en el que se quiere abrir campo.
[smartads]
El inglés es el idioma por excelencia. Es el que más conoce la gente. Pero en el caso de la traducción legal, es mucho mejor, que los documentos sean traducidos al idioma materno del país y que éstos estén dentro de las leyes impuestas por las autoridades.