Madrid, 16 de febrero de 2017. En la actualidad, las estrategias de marketing no dependen sólo de la inversión económica, sino de cómo posicionarse y hacer un uso creativo de las nuevas tecnologías y el marketing digital. Por este motivo ha nacido el Growth Hacking, que aunque basa sus raíces en el marketing, se diferencia de éste porque se centra en el producto como principal fuente de crecimiento.
El Growth Hacking se ha convertido en poco tiempo en la forma más efectiva de conseguir usuarios y transformarlos en clientes.
Su objetivo es incrementar la efectividad de las campañas pagadas para conseguir usuarios mediante una reducción de su coste, con el fin de fomentar que sean los propios seguidores los que inviten a sus familiares y amigos.
Se estima que este perfil se convertirá a corto plazo en uno de los más cotizados en el sector de ventas, con una banda salarial que se encuentra entre los 45.000 y 70.000 euros brutos anuales, según el XI Informe Los + Buscados, elaborado por Spring Professional. Además, el sector de la digitalización creará 1,25 millones de empleos en España en los próximos 5 años, según un informe de Randstad España denominado La digitalización: ¿crea o destruye empleo?.
IMF Business School ha identificado y analizado cuáles son las funciones principales de un Growth Hacker:
Target específico. Conocer y dirigirse a un nicho determinado garantiza el éxito de cualquier estrategia. Por eso se debe comenzar por aquellas personas vinculadas con las tecnologías para que, una vez fidelizados, recomienden el producto a otras personas. Es fundamental tejer una red entre las distintas redes sociales, influencers y la propia página para conseguir el máximo número de interacciones y difusión. El Growth Hacker debe saber qué contenidos interesarían o cuáles compartirían y establecer las estrategias adaptadas a su público.
Viralizar el producto. Es necesario unir el producto con las necesidades del público objetivo, haciendo hincapié en aquellos aspectos del producto que lo diferencian de la competencia. De esta forma, si el cliente está satisfecho con el producto lo recomendará de forma gratuita, lo que reduce la inversión en campañas de marketing.
Métricas y más métricas. Para obtener beneficios a largo plazo, el Growth Hacker debe trabajar en objetivos a corto y medio plazo y revisar mediante herramientas de métrica que permitan analizar los resultados. Estas mediciones ayudarán no sólo para saber si es rentable, sino para conocer cómo mejorar el producto para adaptarlo siempre a las necesidades de los clientes.
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Para Carlos Martínez, CEO de IMF Business School, “estos profesionales son clave para el desarrollo de excelentes campañas de captación. Cada día más empresas destinarán una parte del presupuesto para su función y debemos estar preparados”. Para conocer en profundidad lo que esconde este nuevo perfil profesional, IMF Business School ha organizado el próximo 23 de febrero una masterclass sobre Growth Hacking totalmente gratuita. Luis Diaz del Dedo, fundador de Growth Hack Spain y director de Product Hackers, la primera empresa íntegramente dedicada a crear producto digital, será el encargado de enseñar todas las técnicas, patrones, mecánicas e ideas en esta materia.