El concepto de sinergia aplicado a los negocios es sumamente interesante y suele resumirse mediante la expresión común de “ir todos a una”. Es decir, trabajar en conjunto, en beneficio de un bien común y que suele beneficiar a las partes que cooperan.
No es sinónimo de trabajar en equipo, en el sentido de que no siempre colaboran personas organizadas dentro de una misma línea (el equipo propiamente dicho) sino que puede darse entre personas con semejantes tareas laborales pero que se encuentran en líneas diferentes.
Aclarémoslo con un ejemplo.
Supongamos que una empresa de productos de alimentación para deportistas lanza un tipo de chocolatina rica en proteínas. En otra parte de la misma empresa otro equipo diferente y que tal vez no conoce al personal que diseña el lanzamiento de las chocolatinas, trabaja en lanzar bebidas remineralizadoras.
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Pues bien, si en un momento concreto ambos equipos se aliaran para abaratar costes al usar las mismas empresas en realizar el etiquetado, transportar los productos a establecimientos similares de destino, etc; en este caso estaríamos ante un caso de sinergia de ventas. Es lo que llamamos también una alianza estratégica, en la que ambas partes ganan. Por tanto, se trata de una colaboración win/win.
Si además colaboran para aprovechar materiales sobrantes de una campaña publicitaria para la del otro producto distinto pero de la misma empresa y posiblemente a usar por el mismo perfil de cliente, sería sinergia de inversión.
De esta manera, pueden darse casos de sinergia en prácticamente cualquier ámbito de la empresa.