Las campañas de publicidad directa con folletos publicitarios siguen siendo muy efectivas y utilizadas. Más en tiempos de crisis como los que vivimos, puesto que grandes anunciantes que antes se implicaban más con campañas de branding en televisión, dirigen parte de sus presupuestos publicitarios a la publicidad directa below the line con resultados rápidos, medibles y tarifas ajustadas. Pero ¿Qué tipos de folletos existen? ¿cuáles son los ideales para mi campaña de publicidad?.
De acuerdo a un artículo publicado en la web de OPEN-buzoneo.com que nos muestra diferentes ejemplos de folletos de publicidad directa, y ampliando no los ejemplos, sino un uso funcional de cada uno de ellos; debo de remitirme a una lógica publicitaria a la que Jarabe de Palo, famoso grupo de música barcelonés liderado por Pau Donés, puso música. La lógica del «Depende».
«Of course», de ese tema trata este artículo y no les dejaré en la duda, y aunque un artículo versado en el «Depende» podría ser no eterno, sino «lo siguiente»; haré unos apuntes después de más de 10 años dedicándome a desarrollar estrategias, crear, diseñar, organizar, controlar e informar a varios centenares de clientes y agencias de publicidad sobre este tipo de publicidad tan utilizada, pero a su vez muy particular y «desconocida», y que no todos los que pensaron que la conocían consiguieron el (buscado) éxito pues cometieron errores desde la base: la creación del folleto publicitario y la selección del formato adecuado para sus objetivos.
Primero de todo vamos a mencionar los diferentes tipos de folletos publicitarios que, nuevamente dejo para el artículo antes mencionado su descripción, detalles y características.
Hay varios tipos de folletos que se diferencian por el número de caras, por su tamaño y por su forma. Son el folleto simple (1 cara) en formato A5, 21 x 10 cm, A6 o A7, el díptico en A4 doblado a A5, el A5 doblado en A6, el tríptico, el poming y el perching.
Con el A5 buscaremos principalmente un folleto con una información contundente, y es ideal para para una cantidad de información «media», en la que el mensaje y desarrollo se encuentra en la cara principal o anverso, que por lógica puede confundirse con el reverso. Por ello, muchas empresas duplican la información por ambas caras, y en determinadas zonas de España (que es lo que más conozco), utilizan una cara en español y la otra en el el idioma propio de su provincia si procede.
Este formato, el A5, además es ideal para ensobrarlo, en caso de que se decida repartir la publicidad dentro de un sobre (dotándola de mucha más imagen y cierto aire de personalización) o enviar por correo postal.
El formato A6 será el ideal si nuestra empresa tiene una oferta que se puede conservar y utilizar en el tiempo. Si, debido a que es un formato que puede conservarse más fácilmente, hecho que sucede más aún con el flyer o A7 que puede llevarse en un billetero y es frecuentemente utilizado por discotecas; por ejemplo. Además, tanto A6 como A7 son más económicos -éste último el que más- que el A5.
Con un A4 doblado en díptico, buscaremos principalmente una información detallada, que requiere de más espacio que los folletos anteriores, y en los que prima una variedad de contenido, explicaciones y, como no, mantener una identidad corporativa visual de calidad. Este tipo de folletos es muy utilizado, por ejemplo, por Clínicas Especializadas de todo tipo, y por tanto para publicidad de empresas con una decisión de compra más pausada y reflexiva, que los que utilizan un A5 o A6 que suelen ser dirigidas a compras emocionales, promociones, ofertas…
El tríptico sería exactamente igual que el díptico.
Otras opciones de folletos que varían por su forma y no por el formato
Cuando queremos un fuerte impacto, podemos «olvidar» los folletos «clásicos», y decidirnos por el poming o el perching. Con el primero, buscamos un impacto asegurado y que el folleto llegue al domicilio particular del receptor con muchas más posibilidades que el de buzoneo. Como vemos en http://www.open-buzoneo.com/folletos-de-publicidad/ejemplos-de-folletos/, el lugar de colocación del folleto es mucho más directo, si cabe, que un buzón.
[smartads]
La inversión en poming, que también en perching que es un folleto que se suspende tipo stopper de los buzones y queda «medio dentro, medio fuera», es mucho más alta en cuanto a costes de impresión (ya que requiere un troquel especial que da forma al folleto) y en cuanto a reparto (ya que se tarda más en repartir).
No dejen de preguntarme si necesitan más información, pero a grandes rasgos, estos son los criterios estratégicos, que no económicos -aunque he hecho algunas reflexiones al respecto-, para decidirse por un tipo de folleto u otro.