Continuando con el dilema de la pregunta del millón, «Quien fue antes…¿El huevo o la Gallina?, en marketing online podemos lanzar dos diferentes, de parecidos resultados…
Por David Guiu – CEO de SOCIALetic.com
Estas dos preguntas son las siguientes:
[list][item icon=»🔍» ] ¿Quién fue antes, el título o el contenido? , en la que haríamos referencia a un texto o artículo de marketing de contenidos.[/item][/list]
[list][item icon=»🔍» ] ¿Quién fue antes, el nombre o el tema? , en la que haríamos referencia al título de una página web y al tema sobre el que se va a desarrollar[/item][/list]
Aunque en un primer momento, la lógica me lleva a pensar que el contenido o tema deben ser prioritarios, y vienen determinados por una actividad (de una empresa, profesional…), de unos estudios, de un hobby o de unas habilidades que determinan la esencia de un proyecto «No titulado» y permiten desarrollarlo sin necesidad de un nombre, marca o título, siempre hablando de la parte textual (no de la visual que si será lo último); estoy muy seguro de que esto no siempre es así.
Aunque lo normal, según lo visto, es que el contenido genere un resumen descriptivo, es decir un título ; quiénes se dediquen o tengan proyectos web sabrán que en más de una ocasión se les ha ocurrido un título «fantástico» que determina posteriormente el contenido.
Suelen ser nombres que conjugan una palabra meta, y no hablo ahora de SEO; sino de una palabra clave para el devenir de la página que la define en cierto modo, y que dicta su contenido. Términos, palabras o conjunto de ellas que (nos) sugieren un tema a desarrollar. Nombres descriptivos con los que presumimos un buen negocio. No necesariamente en internet, pero ya sabe, con sumarle el «punto com»; pues ya los tenemos perfectamente virtualizados y «listos» para triunfar entre los millones y millones de páginas que conforman la world wide web. La mayoría no triunfan, pero otros si…la oportunidad está ahí y la vimos antes que nadie. ¿Va a impedirnos desarrollarla la compra de un dominio por unos 10 € al año?
Bueno, mejor tener «pies de plomo». Si solo fuera comprar el dominio…; y sabemos que no. Aunque un nombre muy bueno para el dominio, como no, puede ser gran parte de su éxito. El primer paso hacia él por lo menos. Así que, si se nos ocurre un buen título, personalmente les recomendaría comprar el dominio, y pensar posteriormente si invertir en él. Si no, puede ser que cuando quieran hacerse con él ya tenga otro dueño.
Como no, me remitiré a ejemplos, que no tengo que ir a buscar en terceros, aunque no es el motivo de este artículo el promocionarlos. Se trata de presupuestosdepublicidad.com y presupuestosdemarketing.com, nombres que se me ocurrió mirar si estaban libres en internet (un tema a veces desesperante, pues muchos nombres de dominios están «pillados» ya, y muchos se encuentran sin contenidos buscando una venta posterior a quien los quiera desarrollar) puesto que, por decirlo de alguna manera, «entraban dentro de mi vocabulario habitual y profesional» y, como no, pensé que podrían cubrir una necesidad y servicio.
En este caso los títulos fueron antes que los contenidos. La oportunidad de desarrollar el contenido vino después de pensar un nombre. Estoy seguro que a muchos de nosotros nos ha pasado. Se nos ocurre un nombre y pensamos «Ummmmm, estaría bien montar una web de esto». Lo mismo con un artículo, por ejemplo este, que tras pensar en «digitalizar al huevo y a la gallina», comencé su redacción sin saber cual sería su desarrollo exacto, contenidos, detalles, etc.. Como se dice «en vivo y en directo y con un ojo medio dormido aún»…dando fruto a la pasión, un tema clave para un buen devenir en internet a mi juicio.
[smartads]
De una forma u otra, claro está, es más que recomendable que cavilen, profundicen y marquen unas líneas estratégicas de desarrollo para materializar un proyecto que con el eje de un título únicamente; raro será que funcionen.
Como no, si se trata de temas que conocen, mejor dicho «temas que dominen», y en los que vayan a poderse apoyar en la producción; mucho mejor. No olviden también, siempre, que ese contenido debe ir dirigido a alguien y cubrir unas necesidades en el público (de información, de entretenimiento, de lo que sea…) y rebosar calidad ya que, si no, quedarán solo en «eso». Y con «eso» me refiero a un muy acertado título (a veces bonito incluso) sin un contenido que esté a su altura.