A lo largo de la vida académica se piensa que ser un buen estudiante, con notas sobresalientes, es suficiente para alcanzar el empleo anhelado.
Por Liliana Diaz Buenaventura
Estudiar incansablemente, sacar buenas notas, sobresalir como alumno frente a los demás y ser destacado por los profesores entre sus compañeros, son algunos de los objetivos de quienes aspiran a progresar profesionalmente y alcanzar el éxito laboral. Lo que muchos no toman en cuenta en la consecución de sus propósitos, es que no basta con ser excelente académicamente, se debe demostrar en la práctica diaria del trabajo que se realice, sin importar las funciones que se desempeñen.
Las habilidades y competencias personales son un buen punto de partida, tanto para aquellos que van a iniciar su vida universitaria y aun no han definido qué estudiar, como también, para los profesionales que desean ampliar sus conocimientos y se encuentran en la búsqueda de experiencia y mejores oportunidades de desarrollo, mediante una preparación continua y de calidad.
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Por su parte, las empresas del mundo son cada vez más exigentes y minuciosas con los candidatos que contratan para que formen parte de su organización. Evalúan sus aptitudes cognitivas y determinan si el aprendizaje adquirido por los aspirantes en un centro de educación superior, va a favorecer el crecimiento de la compañía en el mercado que se desenvuelve, ya que las funciones que ejecuten van a ser el reflejo de lo aprendido en las aulas.
Los responsables de Recursos Humanos tienen presentes varios componentes al momento de evaluar los perfiles de los futuros empleados de acuerdo a los requerimientos del cargo. La mayoría de organizaciones examinan los antecedentes académicos de los postulantes, su trayectoria laboral y la manera en que ellos se adaptan a la realidad actual, a los cambios globales y a las dinámicas de los nuevos negocios.
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La Gerente de Contenidos de Educaedu, Keli Campos, afirma “En los planes de estudios se distinguen las transformaciones en las metodologías de enseñanza, las cuales desarrollan el talento de los alumnos a través de casos reales, que combinan la teoría con la práctica. Lo anterior, da como resultado debates con argumentos y soluciones eficaces, que se convierten en la base de estudiantes de alto rendimiento, capaces de afrontar los retos del mundo real”.