Algunos analistas vaticinan que la próxima revolución económica vendrá de la mano del papel que la mujer juegue en la empresa y los mercados. Aspectos tan relevantes en el mundo empresarial como la creatividad, la sensibilidad o las habilidades de comunicación tienden a estar más desarrollados en las mujeres.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy día 8 de marzo, TISOC Coaching, ha dado a conocer una serie de razones por las que es conveniente para las empresas contratar profesionalmente a mujeres.
Frente al tradicional modelo patriarcal de liderazgo autoritario y jerárquico, algunos analistas vaticinan que la próxima revolución económica vendrá de la mano del papel que la mujer juegue en la empresa y los mercados. Se habla de un nuevo liderazgo en el que la creatividad y la sensibilidad y la comunicación son aspectos primordiales, en el marco de organizaciones menos jerarquizadas, más horizontales, donde la multilateralidad y las distintas perspectivas, pensamientos y sentimientos merecen total respeto.
Alfredo Diez, Coach ejecutivo experto en liderazgo femenino de TISOC Corporate y autor de este listado, señala que “La dinámica empresarial se ve muy enriquecida con la incorporación del colectivo femenino ya que la intuición, empatía, disposición para el trabajo en equipo y el buen trato son capacidades presentes en las mujeres. Así, estas competencias femeninas naturales, son una ventaja competitiva de género por las que deberían valorarse a las mujeres para cargos directivos”.
SIETE RAZONES PARA INCORPORAR A MUJERES A MI EQUIPO
1) Mayor peso de la vida afectiva: es habitual que las mujeres den mayor peso a su vida afectiva y que, por ello, posean la capacidad de relacionarse desde la empatía y la valoración del otro. Suelen estar más orientadas a la persona y a sus necesidades por lo que contribuyen a mejorar el clima laboral en una empresa. Distinto es el caso de los hombres, que suelen valorar que más el logro de objetivos y los resultados organizacionales.
2) Multifoco: las mujeres tienen en muchos casos la capacidad de realizar diversas tareas dentro de la organización con una gran versatilidad, la llamada habilidad “multitarea”. Muchos hombres son, por el contrario, monofocales, en la medida en la que se centran en una labor hasta que la dominan o concluyen con éxito, dejando la periferia sin atención.
3) Comunicación ilimitada: las mujeres poseen a menudo la capacidad de resolver los conflictos hablando, algo fundamental en una organización como modelo de comunicación veraz. El hombre es más proclive a resolver los conflictos desde el silencio, lo que deviene en que el problema se enquiste y crezca.
4) Competencias emocionales: desde el Consorcio para la Inteligencia Emocional de Daniel Goleman se han definido cinco competencias en las que las mujeres superan a los hombres en las empresas: escucha, empatía, trabajo en equipo, resolución de conflictos y feedback. Esto las posiciona en un excelente punto de partida dentro de cualquier organización.
5) Diversidad: cada vez hay más evidencias de que la coexistencia de hombres y mujeres en el mismo entorno hace que los equipos sean más creativos y haya un mejor ambiente de trabajo. La diversidad es una cualidad clave para las organizaciones del futuro. Es por ello que se debe valorar la diversidad en hombres y mujeres fomentando ambientes de trabajo mixtos.
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6) Cohesión: las mujeres tienen más frecuentemente la habilidad para reunir a personas y aglutinar opiniones y propuestas. Es esta una competencia que favorece la creación de equipos al mismo tiempo que fomenta la participación, ya que las personas se sienten involucradas en los proyectos. Mientras que las mujeres suelen reunir y juntar, los hombres manifiestan una mayor tendencia a separar y ordenar.
7) Trabajo en equipo: la lucha por el poder y el cargo son prioridades mucho menos acusadas, en general, en las mujeres que en los hombres. Sus habilidades están más orientadas hacia el trabajo en equipo y son tendentes a compartir el espacio y las tareas. Son excelentes creando entornos de trabajo participativos, mientras que los hombres suelen estar más orientados al logro y al trabajo individual.