La actual crisis sanitaria que nos encontramos viviendo ha afectado de lleno al comercio. En este sentido, las prioridades de los consumidores han cambiado y ahora, es mucho más frecuente la compra online debido al menor contacto que se requiere. Así que mientras el comercio electrónico se ha reforzado, el tradicional está en jaque. Por ello, muchos negocios han puesto sus ojos en vender online como la principal forma de mitigar las pérdidas.
Por otro lado, autónomos y freelances. que ya no pueden seguir dando su servicio como de costumbre (por ejemplo, entrenadores personales, nutricionistas, masajistas, etc.), se están reinventando en Internet para sacar adelante su proyecto.
Todo esto, ha provocado nuevas tendencias en cuanto al mundo de los E-commerce se refiere. Para conocerlas, hemos contado con Pablo Querol, consultor de marketing en la agencia Artilet de diseño de tiendas online en Barcelona. A continuación, vamos a ver algunos de los modelos que se han convertido en tendencia este año claramente marcado por el Covid-19 y sus restricciones de movilidad.
#1 Los descargables
Este nuevo tipo de tienda online es aquel que permite la descarga de contenidos rápidos de consumir o usar, a un precio muy asequible. Suele ser un freelance el que los crea, vendiéndolos tanto en marketplaces como en su propia página web.
Por ejemplo, un experto en posicionamiento SEO que vende un ebook tanto en Amazon como en su web personal, o un diseñador gráfico que vende packs de logotipos para restaurantes en Adobe Stock y en su propia web.
El objetivo es poder evitar el intermediario, algo que puede lograrse más fácilmente cuando se tiene una marca personal trabajada, así como una comunidad de seguidores.
#2 Las membresías
Cada vez son más habituales las páginas web que cuentan con membresías, sobretodo entre aquellos negocios que llevan años cultivando una comunidad específica alrededor de su objeto de negocio. Por ejemplo, una web sobre primera lactancia o una para aficionados a las criptomonedas.
La membresía resulta ser una forma de monetizar las comunidades que giran alrededor de este tipo de páginas web. Así pues, dedican una parte de la web a funcionar como E-commerce: a cambio de una suscripción mensual o anual, los usuarios acceden a todo tipo de contenidos exclusivos (vídeos, guías, noticias de actualidad, etc.). Todo esto de forma periódica, con el objetivo de que la membresía se siga renovando con el tiempo.
#3 La formación online
Debido a la imposibilidad de llevar a cabo la formación presencial, la formación online ha ganado muchos enteros durante este 2020. Y viendo cómo se presentan los próximos meses, aún va a crecer más. Incluso entre aquellos que ofrecen tanto formación online como presencial, la segunda actualmente casi no funciona y el interés se centra en la online.
Los negocios y los freelances que quieren impartir formación online tienen dos principales opciones: hacerlo a través de terceros como Udemy o a través de su propia web. En el segundo caso, además de una tienda online que permita la venta de cursos y regule el acceso a los mismos, es indispensable hacerse con un buen sitio de formación que prime la calidad de la formación y la experiencia del alumno.
#4 Las clases y talleres
Las clases y talleres son una combinación de los dos anteriores tipos de E-commerce. Por ejemplo, una profesora de yoga que hace clases en directo para sus alumnos, o una experta en crochet que cada semana hace un Youtube live privado en el que muestra cómo tejer algo en concreto para que sus alumnos lo hagan al mismo tiempo.
Lo curioso es que para poder acceder a estos talleres el pago suele ser offline pues los freelances son de la misma localidad y los alumnos los mismos que ya tenían antes.
#5 Las experiencias 1 to 1
Debido a la reticencia de acudir a lugares como gimnasios, aunque los mismos estén abiertos, los profesionales que trabajan allí se han reinventado en lo que podemos denominar ‘experiencias 1 to 1’. A diferencia de lo que hemos visto en el apartado anterior, estas experiencias son individuales para así venderse como premium.
Por ejemplo, un entrenador personal que vende en su web un pack de entrenamientos personalizados que pueden hacerse en el exterior. O un nutricionista que vende online varias citas en las que muestra a alguien en concreto cómo llevar mejor su alimentación: por ejemplo, un día el nutricionista visita a su cliente, le trae una cesta de productos de proximidad y le muestra cómo cocinarlos.